25 noviembre 2006

DESCRÉDITO DE LA CLASE POLÍTICA

En los últimos días hemos escuchado por parte del Gobierno y la Concertación una batería de propuestas anti-corrupción, “nuevos rumbos”, “golpes de timón” y muchos caiga quien caiga (o mejor dicho sálvese quien pueda). Ideas maravillosas que convertirían a Chile en un paraíso de transparencia y buen gobierno. El tema central de esto no son las buenas voluntades de funcionarios de gobierno, sino, que efectívamente sean capaces de cumplir lo que prometen; muchos jóvenes en periodos de campaña se quejan de las promesas de los políticos y su “nula” respuesta posterior, pero esto hace tiempo que se ha extrapolado al gobierno, donde año tras año escuchamos espectaculares medidas “anti algo”, pero que en la práctica sólo quedan en un discurso bonito en La Moneda o en un artículo de un Diario. La juventud quiere tener confianza en la clase política, desprestigiada por unos pocos, pero a medida que sólo se prometa y no se cumpla el descrédito y poca confianza irán en aumento.